jueves, 28 de junio de 2007

b

en el atardecer amazónico ella me mira y atrás está el sol. aquí el rumor es agua. las lluvias no existen en los atardeceres soleados y el barco se mueve hacia el oeste.
miramos el sol rojo que se sumerge tan lentamente en el río. subimos a la terraza de la proa y la selva alrededor nuestro y nosotros lejos de las costas, tan lejos.
¿qué pasó?
¿con qué?
¿qué pasó que estoy mirando el atardecer en el medio de esta selva?
se esconde lentamente. la tierra que me tapa con su panza. no me deja ver mi casa. se contrae densa y se expande. no es geometría, pero es un pozo en el centro, y no se sale porque la hora no es la misma. a la de ningún lugar. a la de ningún sol que se esconda ahora por fuera de la selva infinita.
agua.
palo.
ola.
el barco corre desesperado hacia el oeste rojo. hacia atrás, el este anochecido guarda un secreto.
ojo que no sé si esto admite ser tiempo presente. dudo que este agujero negro en el contienente…
pero la carrera está perdida. la tierra me tapa con su panza húmeda. me tapa el sol redondo y conformate con el cielo que pocas veces. al cielo nunca te lo tapa. ahí de donde no salgo nunca más. donde no hay lluvia en los atardeceres soleados. coformate con ese cielo, me dice. pero yo no había dicho nada y ella no me mira; ella mira el sol que ya no está. apoyada sobre la baranda de caño. resbalando sobre el resplandor de olas pequeñas. silencio de agua. cielo de agua. agua silencio en el agujero negro del continente. infinita caída. una gravitación vestida de selva pero que pudo haber sido una ciudad monstruosa o un desierto sin sombras. una planicie de presión que se centra por voluntad propia, 200 kg por centímetro cuadrado de misterio alrededor. un territorio demasiado grande, dicen ¿vas allá? y gesticulan desconfianza. infinitaplanicie de donde nunca más salgo.
ya no se ve casi nada. las costas se deslizan, mudas se levantan en barrancas recortadas del cielo estrellado. oscuras paredes que se pierden lentamente en el este. miro hacia el este y no veo el tiempo apagado. noche de a poco.
el barco se ilumina lastimosamente pero la terraza de la proa está oscura. quizá los marineros son gente sensible.

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